Ficha técnica
Título: Gladiator
Director: Ridley Scott
Actores/actrices: Russell Crowe, Joaquín Phoenix, Connie Nielsen, Richard Harris, Oliver Reed, Derek Jacobi, Ralf Moeller, Djimon Hounsou, Spencer Treat Clark, Tommy Flanagan
Duración: 155 minutos
Año: 2000
Guión: David Franzoni, John Logan y William Nicholson
Fotografía: John Mathieson
Música: Hans Zimmer y Lisa Gerrard
Género: Acción, aventura, drama, péplum.
Nota: 10
TRÁILER
(NOTA: Echando un primer vistazo, puede parecer que la película trate, únicamente, de pelea; de una guerra constante. No es así: más abajo lo especifico).
SINOPSIS
En el año 180, el Imperio Romano domina todo el mundo conocido. Tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir el poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo. (FILMAFFINITY).
OPINIÓN PERSONAL
Más vale morir en pie que vivir de rodillas. Básicamente este es el argumento de Gladiator: el honor está por encima de lo demás y la venganza es un plato que se sirve frío. Sí, ese dicho también concuerda bastante.
Esta es otra de esas películas que he visto hasta la saciedad, y aun así sigo disfrutándolas. Un dato sobre mí, por tanto, es que, además de que amo escribir y leer, el cine entra en el lote como otra de mis aficiones. Si bien esta anécdota va acerca de temas en lo tocante a la guerra, el honor y todo lo relacionado con Julio César y la antigua Roma, también lo hace sobre el amor y la amistad. En un mundo cruel que no es sino en el que hoy en día vivimos (pero mucho tiempo atrás; en un pasado ya muy lejano), una serie de injusticias harán que Máximo tome un rumbo para vengar a los suyos y saldar, así, unas cuantas cuentas pendientes con el malvado Cómodo, asesino de su padre (Julio César).
No todo es de color de rosa, no obstante, y menos en aquella época. Ver cine de este tipo me sirve para darme cuenta de lo crueles que somos las personas. Somos capaces de destruir el mundo en el que vivimos por valores tan nefastos como la codicia, la ambición y el deseo de poder absoluto... y si es necesario llevarte varias personas por delante en el camino, te las llevas. ¡Acabáramos! Lo de los gladiadores, por ejemplo, se hacía por diversión; para entretener a las gentes más importantes del imperio, y quizá también a las que no lo eran tanto. Organizaban combates entre ellos para observar una matanza mutua. ¿Acaso es divertido contemplar cómo mueren inocentes por causas irrazonables? ¡Menudo sinsentido! Por aquel entonces, al parecer, daba bastante resultado. Era algo así como animar a tu equipo de fútbol favorito, solo que vitoreas al que quieres que sobreviva. Y para sobrevivir tiene que matar. Matar o morir, ese es el lema.
Llamadme cursi si queréis, pero la primera vez que la vi me emocioné con el final. De alguna manera, una flor sigue inmune en medio de tantas espinas. De alguna manera, un hombre queda inmortalizado por sus actos, por su valentía, por su coraje y por su valor. Y ese hombre es Máximo.
Acción, amistad, amor, venganza... y, entre tanta ruina, también felicidad a pesar de que no lo aparente. Ciertamente, todo en uno. Una trama estupenda y conmovedora que merece estas alabanzas y más.
Os dejo un par de mis frases preferidas de nuestro héroe: Máximo Décimo Meridio.
"No nos ocurre nada que no estemos preparados para soportar".
"Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad".
...¡Épico! Genial. Recomendable al cien por cien.
Sin más dilación, me despido aquí. ¡Hasta la próxima, gladiadores!
Atentamente, Andrea :)
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